España lidera la clasificación mundial en donación de órganos, duplicando el número del segundo país en la lista.
La subida de tensión puede ser el primer síntoma de alerta. En el peor de los casos, el paciente precisará un trasplante. Proceso que, cuando se dan las condiciones de idoneidad entre donante y receptor, puede llegar a demorarse un año.
¿Qué ocurre mientras tanto en la vida de un paciente afectado de una dolencia renal grave? La diálisis es la solución, explica Antonio Escribano, presidente de ALCER Albacete, asociación que lucha contra las enfermedades renales realizando su labor en nuestra ciudad desde hace cuarenta años.
Un paciente que precise diálisis ha de someterse al proceso tres veces por semana durante cuatro horas cada vez. No son pequeños los condicionantes de su vida personal y profesional, explica Escribano. Cuando los riñones fallan en su función de filtrado de la sangre y en la producción de las numerosas sustancias que generan para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, las consecuencias son severas.
GRAVES CONDICIONANTES – La micción se reduce y puede llegar a desaparecer. Será preciso afrontar un complejo proceso que afecta alimentación e ingesta de líquidos y puede llegar a suprimir de la dieta del afectado todas las frutas por su alto contenido en agua: llegado este caso, el paciente sólo puede beber medio litro más de lo que se orina. Todo ello para controlar el nivel de ciertos minerales como potasio, calcio o fósforo porque no se filtran correctamente.
Los pacientes afectados en estos casos padecerán una fatiga crónica. Aquellos que han de someterse a hemodiálisis precisarán una fístula por donde extraer la sangre para su filtrado y devolución al cuerpo, con lo cual no se puede hacer esfuerzos con la mano en que se encuentre. Imaginemos las limitaciones que, por ejemplo en lo laboral, supone, detalla Antonio Escribano.
DONACIÓN DE ÓRGANOS – Son muchos los pacientes que esperan un trasplante y es de vital importancia concienciarnos de que únicamente la donación de órganos brindará una oportunidad de esperanza a estas personas. Tomar esta importantísima decisión en unos momentos tan críticos es un acto de enorme generosidad por parte de las familias que acaban de perder a un ser querido, subraya Antonio Escribano
De algún modo la persona fallecida pervive en aquellas otras cuyas vidas se salvarán al recibir un trasplante, un proceso completamente anónimo que comienza más fácilmente cuando el fallecido ha manifestado en vida su deseo de donar sus órganos. En tales casos, las familias suelen respetar este deseo.
REGALAR VIDA – Es un proceso rápido, cómodo y sencillo que no conlleva ninguna complicación, ni siquiera el listado del donante en un registro. Asociaciones como ALCER Albacete disponen de carnés para ello. Quienes quieran ser donantes de órganos sólo precisan dicho carné, un símbolo de su deseo de regalar vida cuando se pierda la propia. Conviene, indica Escribano, trasladar este deseo a la familia, que sean conocedores de la intención de donación de órganos para que, llegado el infortunado caso, el proceso se lleve a cabo de manera ágil pues resulta imprescindible para ello el consentimiento de la familia. En Albacete se han incrementado espectacularmente las donaciones en los últimos años y se contabilizan cuarenta donaciones por millón de habitantes, un número superior al de muchos países del mundo. Recuerde: donar órganos es regalar vida.
FONDOS – ALCER se gestiona mediante voluntariado y no recibe subvenciones. Trabaja con la cuota de 15€ anuales de los asociados y el apoyo de la federación nacional.
SERVICIOS – Facilita al enfermo renal la información necesaria en cuanto a recursos sanitarios y sociales disponibles y los asociados comparten sus experiencias con la enfermedad.
DONACIÓN – La Asociación ALCER facilita la información necesaria y el sencillo trámite en su sede de la Calle Mayor 49, 1º derecha. También puede consultar en el teléfono 669 019 273 o el correo alceralbacete@gmail.com.
Publicado en La Tribuna de Albacete el 26.08.17
Foto: Rubén Serrallé.